1. PRESENTACIÓN DEL TEMA
Sevilla, la otra Roma de España, es una ciudad eterna y una de las más grandes bellezas del mundo. Esta afirmación no es una presunción pueblerina, pues es un hecho que certifica toda aquella persona que conoce a fondo nuestro orbe.
Al igual que la ciudad de los césares, fue cuna de emperadores (de lo que tenemos un valioso legado) y, además, fue el más importante puerto de un nuevo gran imperio que abarcaba medio mundo tras el descubrimiento del Nuevo Mundo y el nacimiento de una Nueva España y de otras Españas allende el Atlántico, la Mar Océana de Isabel I, La Católica.
Son muchísimos los tesoros y leyendas que encierra nuestra bellísima urbe hispalense, que es como un colosal baúl cuya antiquísima historia se pierde en la larga noche de los tiempos (más de dos milenios y medio) y que fue protagonista principal en ese capítulo glorioso del Siglo de Oro español. Por esta y por otras innumerables razones que mueven a las caprichosas y sabias musas, Sevilla era, es y será fuente de inspiración artistas de todas las épocas y de todos los puntos del globo terráqueo.
Por tanto, era inevitable que Sevilla, esa eterna maravilla, sea el escenario de grandiosas obras literarias de las más excelsas plumas de todos los tiempos y de superventas actuales de pelaje muy variado. Es imposible citarlos a todos. Mencionaremos solo unos poco ejemplos: Miguel de Cervantes, Félix Lope de Vega, Gustavo Adolfo Bécquer, José Zorrilla, Fiódor Mijáilovich Dostoyevski, Arturo Pérez-Reverte, Dan Brown...
Hay quien afirma con juiciosos argumentos que la Padua ficticia en la que el genio inglés William Shakespeare situó su universal tragedia Romeo y Julieta, realmente retrataba el terrible drama que vivió Sevilla durante la Baja Edad Media con una ciudad dividida por dos grandes familias enfrentadas a muerte durante siglos: los Ponce de León y los Medinaceli.
Y es que Sevilla es escenario de grandes amores apasionados y de misteriosos universos del más allá, como sucede en el Don Juan Tenorio, eterno galán del gran poeta y dramaturgo José Zorrilla.
Como reza el título de este tema, nos centraremos solo en aquellas obras del género de las novelas que tienen a Sevilla como protagonista. Estudiaremos dos grandes clásicos (Cervantes y Dostoyevski) y a un autor actual de nuestra tierra: Feliciano Pérez-Vera Hernández.
2. RINCONETE Y CORTADILLO
(CERVANTES)
2.a. Miguel de Cervantes y su conexión con Sevilla.
Don Miguel de Cervantes y Saavedra (1547-1616) es, sin duda, el escritor más universal de las letras españolas y autor de la más archiconocida obra de toda la literatura hispánica: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605/1615).
Muy célebres son también sus Novelas Ejemplares, de la que destacamos aquella que tiene Sevilla como "escenario protagonista". Me he sacado de la chistera esta denominación de "escenario protagonista" en pro de una libertad expresiva que ha de englobar el conjunto de espacios físicos y la realidad social que habita en ellos. Me explico: Sevilla aquí no es un mero decorado de cartón-piedra, sino que aparece retratada como una compleja sociedad de distintas y distantes comunidades estamentales que se mueven en espacios separados (viviendas) y coinciden fugazmente en espacios comunes, las calles de las que son dueños los desheredados.
El argumento de esta historia es la narración de las andanzas de dos pillos castellanos que se han escapado de sus casas para buscarse la vida como pícaros en Sevilla y en dicha ciudad, para sobrevivir, han de integrarse en el complejo entramado del mundo criminal hispalense: las llamadas hampas o germanías. Estas asociaciones de malhechores no permitían que se ejerciera su "oficio" por libre y quien así hiciera lo pagaba con su vida. Siendo informados de ello, decidirán presentarse a Monipodio, jefe de uno de estos gremios de ladrones.
En esta novela, al igual que en otras dos célebres obras de sus Novelas Ejemplares (La gitanilla & El amante liberal), el tema central es el ensalzamiento de la libertad humana y, al mismo tiempo, las consecuencias de las acciones realizadas.
La Sevilla del siglo XVII estaba en su dorado apogeo como Puerta de América, sede de la Lonja de Mercaderes que controlaba la mayor parte del tráfico con los territorios de ultramar. Ese gran flujo de riquezas entre los dominios españoles repartidos por medio planeta atrajo a los comerciantes de todos los puntos del Imperio de la Corona Española (principalmente de Génova y Flandes). En aquel entonces, quien no fuese súbdito del Rey de España no estaba autorizado a participar del monopolio del comercio con América y Filipinas.
Todo ese ir y venir de mercancías ofrecía también un "nuevo mundo" de oportunidades a los grandes oportunistas del momento: los pícaros. Y de eso trata esta deliciosa obra cervantina que, evidentemente, es una de las más brillantes joyas de ese castizo universo creativo intrínsecamente español: la novela picaresca.
A continuación, vemos rápidamente algunos datos que nos ilustran su paso por Sevilla con la información que nos da el artículo de su biografía en Wikipedia.
Esta Sevilla pujante del Siglo de Oro la conoció muy bien don Miguel de Cervantes, pues se estableció en la ciudad hispalense el 10 de enero de 1588. El año anterior, viajó a Andalucía como comisario de provisiones de la Armada Invencible.
Durante los años como comisario, recorrió repetidas veces el camino que va de Madrid a Andalucía, pasando por Toledo y La Mancha (en la actual provincia de Ciudad Real), lo que es el itinerario de Rinconete y Cortadillo.
Como comisario de abastos de los barcos reales, irá por varios pueblos de la provincia de Sevilla (Carmona, Écija, Estepa, Arahal, Marchena y La Puebla de Cazalla) recogiendo aceituna, aceite de oliva, trigo, cebada y otros productos. El embargo de bienes de la Iglesia llevó al Provisor del Arzobispado de Sevilla a dictar sentencia de excomunión contra Cervantes y a ordenar al vicario de Écija que pusiera en tablillas al excomulgado.
A partir de 1594, será recaudador de impuestos atrasados (tercias y alcabalas), empleo que le acarreará numerosos problemas y disputas, puesto que era el encargado de ir casa por casa recaudando impuestos, que en su mayoría iban destinados a cubrir las guerras en las que estaba involucrada España. Es encarcelado en 1597 en la Cárcel Real de Sevilla, entre septiembre y diciembre de ese año, tras la quiebra del banco donde depositaba la recaudación.
Supuestamente, Cervantes se había apropiado de dinero público y sería descubierto tras ser encontradas varias irregularidades en las cuentas que llevaba. En la cárcel «engendra» Don Quijote de la Mancha, según el prólogo a esta obra. No se sabe si con ese término quiso decir que comenzó a escribirlo mientras estaba preso o, simplemente, que se le ocurrió la idea allí.
2.b. Artículo de Wikipedia sobre esta novela: HAZ CLIC AQUÍ.
2.c. La Sevilla del siglo XVII*: HAZ CLIC AQUÍ.
*Vídeo (2:00:43) del canal Historia y Patrimonio de Sevilla.
*Ponencia de Luis Hernández Moliní.
2.d. Lectura de la obra*: HAZ CLIC AQUÍ.
*Publicación del sitio web del Instituto Cervantes.
3. EL GRAN INQUISIDOR
Con este título el gran maestro ruso Dostoyevski da nombre a una breve parábola que forma parte de su novela Los hermanos Karamazov. El texto narra una imaginaria aparición de Jesucristo en carne y hueso en la Sevilla del siglo XVI, el cual es encarcelado y sometido a un interrogatorio por el Gran Inquisidor. Dicho interrogatorio es prácticamente un monólogo en el que no deja hablar a Jesucristo y le acusa de promover en el ser humano el deseo de libertad y el orgullo.
He aquí abajo pequeños fragmentos ilustrativos del discurso del Gran Inquisidor que ve en la figura de Jesucristo una amenaza a su poder mundano.
"¡Comprenderán, al cabo, el valor de la sumisión! Y mientras no lo comprendan, padecerán."
"Nosotros, entonces, les daremos a los hombres una felicidad en armonía con su débil naturaleza, una felicidad compuesta de pan y humildad. Sí, les predicaremos la humildad -no, como Tú, el orgullo. Les probaremos que son débiles niños, pero que la felicidad de los niños tiene particulares encantos. Se tornarán tímidos, no nos perderán nunca de vista y se estrecharán contra nosotros como polluelos que buscan el abrigo del ala materna. Nos temerán y nos admirarán."
"Hasta les permitiremos pecar -¡su naturaleza es tan flaca! Y, como les permitiremos pecar, nos amarán con un amor sencillo, infantil. Les diremos que todo pecado cometido con nuestro permiso será perdonado, y lo haremos por amor, pues, de sus pecados, el castigo será para nosotros y el placer para ellos. Y nos adorarán como a bienhechores."
Evidentemente, este relato está imbuido por toda la Leyenda Negra que en la Europa no católica se había construido e torno a la figura del papa de Roma y del Imperio Católico por excelencia, el de la Corona de España. Toda la jerarquía eclesial de obispos y autoridades de tribunales eclesiásticos es vista con malos ojos, como una estructura de poder para el dominio de las masas incultas populares.
No obstante, dicha visión negativa no se basa en datos históricos sino en prejuicios y relatos falaces cuya finalidad es minar la moral de un Imperio que nunca fue derrotado por ninguna otra potencia. Es por ello que necesitaban un arma más sutil, más efectiva a largo plazo: la Leyenda Negra, la gran triunfadora hasta nuestros días.
La Leyenda Negra es esa ingente suma de relatos envenenados contra la imagen de España y de su Fe Católica que le llevó a ser una gran potencia territorial y, sobre todo, moral.
España durante los tres siglos que duró su hegemonía incontestable en la Edad Moderna (siglos XVI, XVII y XVIII) perdió algunas batallas, pero siguió ganando territorios y expansionándose mientras el resto de Europa solo aspiraba a contentarse con pequeñas colonias costeras periféricas de ese Nuevo Mundo español. De hecho, esto es algo que podemos comprobar viendo los mapas políticos del mundo hasta finales del siglo XVIII.
En la época de Carlos III y Carlos IV, los territorios que están bajo la Corona de España alcanzan su máxima extensión (unos 20 millones de kilómetros cuadrados). Es entonces cuando se recupera la Florida (temporalmente en manos de Inglaterra) y se hacen con el dominio de la antigua Luisiana francesa. Tras lo cual, el Virreinato de la Nueva España comprendía no solo el actual Méjico, sino tres cuartas partes de los actuales Estados Unidos y toda la costa del Pacífico Canadiense, llegando incluso a establecer ciudades en la costa de Alaska (Puerto Valdes y Cordova).
Con razón, el océano Pacífico se llamó "el lago español", pues toda la costa americana de dicho océano y la mayoría de los archipiélagos que están en su interior (Micronesia, Polinesia y Filipinas) estaban bajo dominio español.
Para ampliar información sobre la Leyenda Negra de la hispanofobia es recomendable la lectura de historiadores como Elvira Roca Barea (Imperiofobia y leyenda negra), Ramón Menéndez Pidal (El padre Las Casas, su doble personalidad), Alberto Bárcena (La pérdida de España), Agustín R. Rodríguez González (Victorias por mar de los españoles), Stanley G. Payne (En defensa de España, desmontando mitos y leyendas negras)...
3.b. Lectura de El Gran Inquisidor*: HAZ CLIC AQUÍ.
*Publicación del sitio web ciudadseva.com
3.c. Lectura de El padre Las Casas... > HAZ CLIC AQUÍ.
4. FELICIANO PÉREZ-VERA
4.a. Presentación de su vida y obra.
Feliciano José Pérez-Vera Hernández es un magnífico escritor y poeta de nuestra tierra, licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla, y Máster en Dirección de Empresas por el ESIC (Escuela Superior de Ingenieros Comerciales).
Su vida profesional se desarrolla entre el sector financiero y la creación literaria y musical. Y, en todos los campos en los que ha trabajado, ha cosechado muchos y merecidos éxitos. Ha sido un alto directivo de gran prestigio en entidades como el Banco Santander o Cajasol.
Además, como tengo la inmensa fortuna de conocerle desde hace muchos años, he de deciros que no solo estamos ante un alto ejecutivo de una enorme valía profesional; no solo es un novelista ya consagrado que nos ha dejado (ya a día de hoy) un sólido legado literario; no solo es un magnífico artista muy destacado en el mundo del flamenco, sino que, sumado a todo ello, Feliciano es una persona de gran talla humana y profundas inquietudes espirituales que le hacen acreedor de una gran riqueza interior.
Es natural de Hinojos (provincia de Huelva) donde su alma se llenó de la inmensidad de los horizontes de las Marismas próximas a Doñana.
Su corazón estuvo siempre enamorado de la cercana gran urbe hispalense. Desde temprana edad su espíritu se sumergió con muy honda devoción en su sentir cofrade y, actualmente, es diputado de formación de la Pontificia, Real Hermandad y Archicofradía de Nazarenos del Dulce Nombre de Jesús, Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo y Quinta Angustia de María Santísima Nuestra Señora.
Ese inmenso amor a Sevilla está presente en toda su trayectoria vital y es la columna vertebral de todo su universo creativo. Podríamos definir al Feliciano novelista y compositor musical, como un trovador completamente enamorado de Sevilla, de la Virgen del Rocío y del Amor más sublime y divino, al que hondamente canta con todos sus exquisitos talentos artísticos.
Sus novelas son de una prosa tan fresca y, a la vez, tan llena de una tan poderosa intensidad de dramáticas pasiones y temores, de pulsiones anímicas tan arraigadas en los más recónditos rincones del alma humana, que nos despierta en todos sus lectores un ávido deseo tan irresistible que, una vez que coges uno de sus libros, te atas a él hasta el fin.
Particularmente, me han cautivado todas las obras de su pluma que son parte de mi biblioteca: Un asunto de familia, Después de recorrer el mundo entero, Uno de los Nuestros, y El inocente. Varios artículos de crítica literaria destacan su novela Fuerte es el amor más que la muerte.
En todas las novelas de Feliciano hay un denominador común: el tema central del amor y el desamor, aderezado con un hechizante toque: la realidad que se escapa a los ojos, ese mundo de lo mágico, de lo fantasmagórico, de esas fuerzas que desde el más allá parecen empujar las vidas de familias enteras generación tras generación durante siglos. Y, todo ello, tiene el trasfondo de una sociedad andaluza fuertemente adherida a sus tradiciones ancestrales y arraigada a su tierra, cuyo dominio es la clave para la supervivencia de algunos clanes de rancio abolengo y de sus círculos sociales, clientelas y servidumbres con reminiscencia feudal.
Desde mediados de la década de los setenta ha compuesto innumerables sevillanas que son inolvidables éxitos populares como: El desamor (Si me enamoro algún día, me desenamoraré…), La carreta de mi prima, Tengo unos palillos, Salta la rana, Llama cuando quieras, Pensando en ella, La oración rociera, Tierras de Huelva, interpretadas por autores como: Los Marismeños, Amigos de Gines, Bordón 4, Isabel Pantoja, Lola Flores, Rocío Jurado y María del Monte. Es también autor de canciones de otros géneros de sabor andaluz y de varios libros de poemas. Durante la pandemia se hizo viral su composición de aire rociero Todo es mío.
También, hay que destacar su inconmensurable labor de rescate de nuestro patrimonio inmaterial. Gracias a ello, hoy día se han salvado del abandono documentos histórico-artísticos que son grandes tesoros, como la misa de pastores cantada en latín y los villancicos que la acompañaban. Para gran regocijo nuestro, recopiló muchísimas sevillanas y plegarias rocieras de todas las épocas en otro interesante libro suyo al que ha titulado El Rocío que yo quiero.
Termino aquí esta somera presentación, quedándome en el tintero aún mucho de su extensa obra creativa e innumerables méritos y experiencias vitales.
4.b. Libros de Feliciano en Amazon: HAZ CLIC AQUÍ.
CONOCED SEVILLA Y A LOS SEVILLANOS ILUSTRES
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